martes, 23 de enero de 2024

LOS RIUDOS DEL MUNDO

LOS RUIDOS DEL MUNDO El Poeta escribió en poesía abstracta “Los Ruidos del Mundo”. Barrunto que no se refería a la Tierra que gira sobre un eje imaginario a la vez que se traslada alrededor del Sol durante 165 días y seis horas al final de los cuales sus habitantes celebran con una gran fiesta, sino que se refería a “Mundo Nuevo”, una antigua tierra de misioneros catalanes donde abundan la leche, el queso y el ganado vacuno que cuidaban los llaneros y sus hijos que en mala ocasión lo llevaron a un bosque donde fue golpeado en un acto que no podía entender sino bajo las ruedas del primer camión que rodara por su lado y que un viandante intuyó rescatándolo para una vida mejor, pero que estuvo atormentada durante toda su existencia que la sicóloga comprendió cuando le regaló un cencero de Nairobi, la capital de Kenia, el país de los rinocerontes negros, donde una vez estuvo Gracielita, la hija de la poeta Mimina Rodríguez Lezama y le trajo de regalo ese cencerro de cobre que el Poeta hubiese querido colgar del pescuezo del animal guía del rebaño de Mundo Nuevo, pero no quiso volver a pesar de que le gustaba la ranchera “Volver, volver” que interpreta el cantante mexicano Vicente Fernández, pero al mismo tiempo recordada lo que solía decir una tía: “Chivo que se devuelve se desnuca”, es decir, se desbarranca y él se negaba fracasar, pretendía ser perseverante, “querer es poder”, expresó en cierta ocasión Albert Einstein, científico alemán nacionalizado suizo y posteriormente norteamericano, aunque algunos atribuyen la frase a Abraham Lincold, presidente de los Estados Unidos y victorioso de la guerra civil de su país que le permitió abolir la esclavitud, ya José Gregorio Monagas, sin necesidad de guerra civil, se le había adelantado en Venezuela. El 24 de marzo de 1854, la llamada Primera Lanza del Oriente firmó de manera definitiva la Ley que abolió la esclavitud en Venezuela. El Presidente Abraham Lincoln emitió la Proclamación de Emancipación el 1ro de enero de 1863, cuando la nación se acercaba a su tercer año de la guerra civil sangrienta. La proclamación declaró “que todas las personas detenidas como esclavos” dentro de los estados rebeldes “son, y en adelante serán libres.” Lamentablemente, el Presidente norteamericano fue víctima de un magnicidio en 1865. En la historia se cuentan varios magnicidios, como el de John Kennedy, en 1963 y, más recientemente, el del presidente de Haití, Jovenel Moise, en 2021. Ambos, al momento de ser asesinados, se encontraban ejerciendo sus cargos. En Venezuela, Carlos Delgado Chalbaud, quien murió imputado por haber conspirado a favor del derrocamiento de Rómulo Gallegos, primer Presidente electo democráticamente por voto universal y secreto. Luego subiría Marcos Pérez Jiménez, quien gobernó al país con mano militar durante diez años, no obstante se le atribuyen importantes obras de infraestructuras para el desarrollo del país. Posiblemente sus realizaciones se vean un tanto opacadas por la represión de la policía política o la mano siniestra de Pedro Estrada, llamado “Chacal de Güiria” Así apodaba Rómulo Betancourt al Jefe de la Seguridad Nacional en uno de sus libros, aunque el apodo lo atribuye el propio Estrada a un relevante periodista venezolano que él no quiso nombrar en una entrevista que le hizo en Paris, Agustín Blanco, pero que supongo sea Óscar Yánez, quien también cargaba con un apodo, el de “Chivo Negro”. Trabajé con Óscar Yánez cuando era director de La Esfera de la Cadena Capriles. Allí escribía Domingo Alberto Rangel a quien sus adversarios políticos llamaban “Jorunga muertos”. En ese tiempo de ardoroso pugilato político, Escobar Salón escribía en la página editorial del diario El Nacional y cargaba el mote de “Pirujo”. Nunca Pirujo perdonaría a CAP que lo haya obligado a renunciar al Ministerio de Relaciones Exteriores, después que tanto hizo por él en la campaña presidencial. Dicen que lo “botó” porque no le llevó a tiempo el discurso que debía pronunciar en una asamblea de las Naciones Unidas. Lo cierto es que Pirujo se las ingenió para escalar la Fiscalía General de la República y desde allí conspiró exitosamente contra “ese hombre si camina”. El Nacional, bajo la dirección de Miguel Henrique Otero y RCTV conducida por Marcel Granier virtualmente lo estimulaban y la coyuntura fue aprovechada por el oficial del Ejército Hugo Chávez Frías, quien furtivamente venia maquinando para un zarpazo militar que tuvo su corolario el 4F (4 de febrero 1992) inmediatamente después del “Caracazo” o agitación de algunas barriadas pobres de los cerros de la Capital y que Federico Ruiz Tirado exalta en un libro del cual es factótum y compilador. El eterno estribillo de las ideologías opuestas a los gobiernos anclados o simpatizantes del sistema capitalista: “HAGAMOS HISTORIA SUPERANDO CONTRADICCIONES PROPIAS AL MODELO CAPITALISTA FUNDADO EN EL INDIVIDUALISMO Y LA PROPIEDAD PRIVADA DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN QUE HACEN DEL TRABAJO, QUE ES SIEMPRE PRODUCTO SOCIAL, PROPIEDAD INDIVIDUAL QUE LEGITIMA LA EXPLOTACIÓN DEL HOMBRE POR EL HOMBRE” Pienso que dentro de un contexto circunstancial el hombre suele explotarse asimismo. En su comportamiento influyen la genética y el medio que lo rodea. Un hombre pobre puede llegar a ser capitalista y de hecho la generalidad lo desea porque el dinero es el denominador común. Un hombre que estudie, que posea talento, que sea creativo y perseverante, puede llegar ser lo que bien desea o proyecte. Como bien dice el adagio popular: “cada cabeza es un mundo”. Obviamente, las instituciones que conforman el Estado crean las condiciones para que el habitante avance en sus aspiraciones. Por supuesto, tiene que saber elegir los gobiernos de las instituciones. El sistema electoral tiene mucho que ver para que, como bien decía el filósofo Platón, los gobiernos residan en manos de los sabios. Las universidades son creadas para la formación de hombres idóneos que sepan enseñar, educar, formar y conducir. Las leyes deben evitar que los analfabetos de cualquier índole lleguen a gobernar o puedan ponerle manos a las instituciones del Poder. Como dice el precepto cristiano “De todo existe en la viña del señor”. Malos, mediocres, regulares y buenos. Es inevitable. Hay quienes son audaces, aventureros y hasta lo acompaña la fortuna. Son los demagogos, oportunistas, corruptos y saqueadores del erario público. Hay quienes siguen la carrera militar para ascender y estar cerca del Poder, no con fines patriotas sino con cejos egoístas. Se habla de las debilidades de la Democracia y la cual requiere ser fuerte y severa para prolongarse, Releemos la historia y vemos a Antonio Guzmán Blanco que no vaciló en pasar por las armas al caudillo militar Matías Salazar cuando pretendía dar un golpe de estado. Otro tanto querían algunos hiciera CAP con Hugo Chávez, pero el sistema democrático hizo pensar mejor en los Tribunales Pero Caldera aconsejado por el “Chiripero” lo indultó a sabiendas o no de lo que vendría después. Bolívar con dolor de su alma prefirió que el Consejo de Guerra, presidido por Brión, sentenciara a su paisano Manuel Piar por conspirar en los cuarteles. Lo mismo pretendía Santiago Mariño, pero ratificó a tiempo como lo hizo José Francisco Bermúdez ante un Bolívar implacable cuando se trataba de eliminar los obstáculos adversos a la declaración de la independencia. La Independencia de Venezuela fue declarada el 5 de Julio de 1811, El mismo mes, con diferencia apenas de un día, pero 28 años después que otro país del continente americano, EEUU, se independizo de Inglaterra, Podríamos decir, que los patricios de Venezuela se inspiraron en el país del Norte, para emancipase de España. El 4 de Julio de 1776, EEUU declaró su Independencia apegado al siguiente precepto: “Sostenemos como verdades evidentes que todos los hombres nacen iguales; que a todos les confiere su Creador ciertos derechos inalienables entre los cuales se cuentan la vida, la libertad y la consecución de la felicidad; que para asegurar estos derechos se instituyen entre los hombres gobiernos cuyos justos poderes derivan del consentimiento de los gobernados; que siempre que una forma de gobierno tienda a destruir esos fines, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios y organice sus poderes en la forma que a su juicio garantice mejor su seguridad y felicidad”. Sobre esta filosofía de la libertad humana contenida en la Declaración de Independencia adoptada por los Estados Unidos el 4 de julio de 1776, se afincó la guerra de los norteamericanos contra el dominación británica. Después de siglo y medio de la fundación de la primera colonia de Jamestown, Virginia, surgía la más honda y franca divergencia entre Inglaterra y Norteamérica por los impuestos onerosos y restricciones comerciales que entorpecían el desarrollo económico de las colonias. Los norteamericanos que permanecieron leales a Inglaterra en la guerra que sostuvo ésta contra Francia y España por la posesión de colonias, tuvieron posteriormente que recurrir a la ayuda de franceses y españoles para poder echar a los ingleses de su territorio. La guerra de independencia norteamericana comandada por Jorge Washington culminó con la batalla de Yorktown. Inglaterra reconoció la independencia de los Estados Unidos por un tratado de paz firmado en Paris el 3 de septiembre de 1783. La guerra duró más de seis años, con combates en todas las colonias y unas doce batallas importantes. Estados Unidos alcanza su mayoría de edad y comienza a perfilarse como una gran nación, a partir de la guerra de sucesión y la segunda guerra mundial. Se inicia entonces la era de la expansión y de las reformas que lo convierte hoy en la nación más poderosa y temible del mundo. En la Capilla de la Iglesia de San Francisco, el 5 de julio de 1811, los representantes de las provincias de Caracas, Cumaná, Margarita, Barcelona, Barinas, Mérida y Trujillo, firmaron el acta por medio de la cual se declara la independencia de Venezuela. Treinta diputados provincianos, de los cuarenta y cuatro designados, reunidos en el sagrado recinto, deliberaron sobre la trascendente materia de la independencia. Sólo el diputado de La Grita, Manuel Vicente Maya, tuvo la intemperancia de salvar su voto. Otros como el diputado doctor Juan Germán Roscio, dudaron ante la magnitud del acontecer. Pero hombres como Miranda, Yánez, Peña, respondieron y defendieron con ardor los derechos inalienables de los venezolanos. El Presidente del Congreso Nacional, Juan Antonio Domínguez, tuvo el honor histórico, de declarar solemnemente la Independencia de Venezuela, completando así el acto cívico del 19 de abril de 1810 cuando el pueblo expresó la voluntad de ejercer su soberanía. El 19 de abril y el 5 de julio, complementarias ambas, constituyen el prefacio de muchos episodios cruentos difíciles que se libraron en los campos de batallas para lograr hacer de Venezuela un pueblo libre y soberano. Nuestra libertad y soberanía con relación al dominio español, no cabe duda de que fueron logradas. Para ello fue necesario guerras de muchos años, a la cabeza de las cuales brilló siempre el genio de Bolívar, pero las luchas intestinas que sobrevinieron después, afloradas por la ambición política de mando, enervaron esa libertad y esa soberanía. Nos preguntamos si aún somos verdaderamente libres o si todavía falta por ganar muchas batallas. Creo que nos falta por ganarnos a nosotros mismos, pensando más en Venezuela y en segundo término de importancia en los países que integran de Norte a Sur el continente americano. No salirnos de esa órbita, Dejar de mirar sin malicia a países que en el pasado nos colonizaron como una parcela más de sus propios intereses o, simplemente, fueron colonialistas como España, Inglaterra y la imperial Rusia zarista y que tuvo el territorio colonial más extenso de la Tierra.. +++

viernes, 26 de marzo de 2021

1) EL PADRE AGUSTÍN DE MARGARITA

El Padre Agustín, pertenecía a la Orden de los Carmelitas, surgida alrededor del siglo XII cuando un grupo de ermitaños, inspirados en el profeta Elías, se retiró a vivir en el Monte Carmelo, considerado el jardín de Palestina donde, por cierto, estuve en 2012 junto con Lesbia Granadillo, Rosita Pérez Yépez y Riolama Fernández. Pero el Padre Agustín de quien fui su monaguillo permanente durante dos años, era muy de acá, del Siglo XX, puesto que nació en Gerona, Cataluña de España, el 5 de enero de 1899. Hoy estaría cumpliendo 132 años de vida tan longeva como imposible, pero falleció el 23 de diciembre de 1968 cuando yo era diputado a la Asamblea Legislativa del Estado Bolívar y Corresponsal del diario El Nacional. ¡Qué salto tan estupendo! El nombre completo del sacerdote carmelita, siempre vestido con sotana marrón y sandalias, era Agustín María Costa Serra, ordenado el 17 de diciembre de 1921 y como tal se residenció en la isla de Margarita cuatro años después (1925) como párroco de San Juan Bautista, luego Párroco de Juangriego, Punta de Piedras y, finalmente titular de La Asunción. capital del Estado Nueva Esparta, durante 43 años. Yo vivía en la misma Casa Parroquial frente a la Plaza Bolívar y el patio culminaba en la falda del cerro del Castillo Santa Rosa, en el cual estuvo presa la heroína Luisa Cáceres de Arismendi. y más atrás el Embalse de Guatamare que surtía de agua a La Asunción. Al final del patio estaba el Garaje donde guardaba su pequeño automóvil el Profesor Luis Pibernat, director del colegio Federal Francisco Esteban Gómez, donde estudié el cuarto grado con la maestra normalista Nuncia Villarroel, quien intuyó mi vocación de periodista, pues puso en mis manos el periódico mural del aula, al cual le puse el nombre de “Avance”. La ama de llaves de la Casa Parroquial era María Luisa y mi tarea cotidiana era lavarle la copa donde el Padre todas las mañanas tomaba su Sal de fruta, regar las matas de espinacas, surtir de kerosene la Nevera, hacer las hostias con una maquinita y estudiar música y solfeo, además de servir de monaguillo en las misas y acompañar al Padre a cualquier hora de la noche para suministrarle la extrema unción algún enfermo moribundo. El Padre Agustín, amantes de los niños como San Juan Bosco, era muy estricto con la feligresía como bien lo afirma en Fedenotas El Sol de Margarita: “Para los fieles el velo en las damas, nada de descotes ni vestimentas no acordes, mangas para comulgar y el silencio absoluto durante la Santa Misa eran órdenes. El día de los fieles difuntos en el cementerio atentos al responso rezado o cantado. Hablar del Padre Agustín es hablar de las procesiones en La Asunción; el sermón del Padre Montaner el 15/08, solemnidad en Semana Santa y nada de playa, el cocotazo y regaño si hablabas durante la Santa Misa, en fin toda una leyenda. Está sepultado en el Altar de Nuestra Señora del Carmen en la Iglesia Catedral pero inicialmente fue sepultado en la nave central en frente al Altar Mayor

2) EL PADRE MARCANO

o Juan Bautista Marcano Marcano, mejor conocido, simplemente, como el Padre Marcano, margariteño de Los Millanes, pero nacido en Caracas el 3 de julio de 1918 y allá murió el mismo mes, 21 de 2007, a los 89 años de edad. Cuando lo conocí era párroco titular del Distrito Maneiro que comprendía Pampatar, su capital y los municipios foráneos Villalba o Isla de San Pedro de Coche y El Pilar capital Los Robles. Finalmente fue designado Auxiliar del Padre Agustìn, párroco de La Asunción para cuyo ejercicio se mudó de la casa parroquial de Pampatar, casa, por cierto, donde nació Jóvito Villalba, a la casa parroquial de La Asunción, frente a la Plaza Bolívar, a donde, por supuesto, fui a vivir yo pues era su pupilo o, mejor, su ayudante o monaguillo permanente desde que mi Madre me entregó a su cuidado y educación tras ser expulsado de la Escuela por ofender al Maestro de tercer grado. El Padre Agustín se encargó de mi después que el Padre Marcano se enamoró de la directora de la Escuela de Artes y Oficios de los Robles y ahorcó los hábitos.

3) EL SANTO ÓBOLO DEL RETORNO

El Padre Agustín fue duramente criticado por intervenir la iglesia colonial de La Asunción para introducir imágenes de Santos, entre ellos, hacía esfuerzo para hacerle un nicho a San Juan Bosco, fundador de la Familia Saleciana y apóstol de la educación y la juventud. Había feligreses que mensualmente contribuían con un pequeño óbolo de dos bolívares para ese fin y un buen día que me mandaron por ello, aproveché la oportunidad para fugarme de la Casa Parroquial y así pude retornar al lado de mi Madre en la Isla de Coche donde cursé el Quinto Grado, a cargo de Guzmán Salazar, el mismo Maestro que me había expulsado, pero el trato fue más pedagógico y cordial.

4) LA EDUCACIÓN EN COCHE 1940

La Educación en la isla de San Pedro de Coche no pasaba del quinto grado de primaria en los años cuarenta, tal vez porque esta isla al Sur de Margarita, era pequeña, 11 kilómetros de largo por 5 y medio de ancho y unos 3 mil habitantes que vivían de la explotación de la sal y la pesca. De manera, que el estudiante que quería ir más allá debía migrar como fue mi caso. Tuve que volver a Margarita a estudiar sexto grado en el grupo Escolar Estado Zulia de Porlamar construido durante el Gobierno de Medina Angarita, dotado de comedor, beneficioso para estudiantes de familias pobres como la mía. Allí en el aula de la maestra Olga Vásquez, siempre se sentaba a mi lado el alumno Toribio García. Quien iba a creer que ese condiscípulo, ardido por la llama izquierdista de los años sesenta, se iría a la montaña con el fusil de la revolución que desde Cuba ofrecían Fidel Castro y el Che Guevara, y en lo intricado del bosque fuese alcanzado por la inmortalidad de su sueño idealista y romántico.

5)RUMBO A LA ETI CARAQUEÑA

De Porlamar se viajaba a Caracas vía La Guaira a través de una motonave que transportaba pasajeros. Abordo me encontré con Pacheco Nessi, juntos habíamos sido en Pampatar monaguillos del Padre Juan Bautista Marcano en la iglesia del Cristo del Buen Viaje. Él iba a estudiar bioanálisis en Caracas y yo a cursar en la Escuela Técnica Industrial aprovechando una beca de 200 bolívares que beneficiaba a quienes decidían inscribirse en esa escuela, entonces una novedad en Venezuela. Poco después la ETI fue reubicada en la Ciudad Universitaria recién inaugurada por el Dictador Marcos Pérez Jiménez. Una obra arquitectónica de relevancia universal, proyectada por Carlos Raúl Villanueva que me tocaría entrevistar años luego en Ciudad Bolívar cuando proyectaba el edificio del Museo Soto. Todavía conservo mi Libreta de calificaciones cuando estudiaba en la Escuela Técnica Industrial fundada en calidad de director por el ingeniero Luis Caballero Mejías, mejor conocido como el inventor de la Harina Pan que con tanto acierto económico industrializó la Polar de Lorenzo Mendoza. En la misma aula conocí a José Díaz, el hijo del exportador de sarrapia y quina Quírico Díaz, quien al igual que yo sólo permaneció dos años porque por falta de vocación él salió a estudiar abogacía y yo porque me traía el periodismo. Recuerdo como anécdota que me hallaba en el Taller de Carpintería lijando ocurrentemente en forma sexual una circular pieza de madera cuando sorpresivamente se presentó acompañado de su hija el director Luis Caballero Mejías y se plantó viéndome con ojos severos. Sentí el impacto, pero haciéndome el inocente continué como si nada y él, reflexivo y pedagogo, volteó su espalda mostrándole a su bella hija la dinámica febril y fabril de aquel espacio de muchachos azules que colmaban su escuela.

6) EL CONDE ESTE 10 BIS 144

Mientras estudiaba en la ETI vivía en el Conde Este 10 Bis 144, residencia de Regina Coello, mi tía puesto que era hermana de mi padre. Allí también, además de sus hijos, vivía Elinora Casanova madre de Sylvia Constantinidis (Maria Silvia Castillo Casanova-Arismendi) pianista, concertista internacional, y su hermano estudiante en el Pedagógico, Efraín Casanova, con el cual compartía uno de los cuartos de la residencia familia. La residencia quedaba relativamente sola los domingos, cada residente cogía su rumbo. Solo la muchacha de servicio y ese día solíamos reunirnos para ir al cine o de paseo, los también estudiantes Hernán Salazar, Marcos Fernández, Efraín y yo. Antes, como en un ritual y complacencia de su parte, hacíamos el amor con la joven del servicio, pero salió embarazada y fue sometida a confesión por la hija de mi tía, Carmen Verónica Coello, quien era médico del Consejo Venezolano del Niño. La joven dijo para salir del paso que estaba embarazada de mí y yo le dije a la doctora cuando me reprobó y reprochó, ¿Yo, acaso, cómo? Qué va, no es posible siendo cuatro los de la partida!!! Al final. me fugué e la residencia con ayuda y complicidad de mis compañeros.